miércoles, 20 de mayo de 2009



Les presentamos este articulo de Cristina Frutos.. Es verdaderamente interesante y recomendable



Los directivos también necesitan motivación
para guillermo ruiz pita, socio de egon zehnder international, los retos y el crecimiento profesional son decisivos


Se da por supuesto que, a partir de ciertos niveles de la jerarquía de una empresa, los profesionales se encuentran satisfechos con su trabajo. Un buen sueldo, condiciones favorables, retos interesantes y equipos a su cargo —características que se suelen asociar con estos puestos— no parecen precisamente un plato de mal gusto para un ejecutivo con aspiraciones. Sin embargo, los factores que realmente motivan a un directivo van mucho más allá de su posición dentro de la empresa. Guillermo Ruiz Pita, socio de la firma de búsqueda de directivos Egon Zehnder International, sentencia que “las motivaciones que funcionan a largo plazo —y que son las que realmente tienen un efecto sobre el rendimiento— no son sólo las económicas o materiales sino las que te hacen crecer por retos y que exigen del profesional el mayor desarrollo”.


Por tanto señala que asumir nuevos retos, aprender en el día a día o adoptar responsabilidades repercuten en que el ejecutivo mejore en su trabajo y se comprometa e involucre más con su equipo. Todas ellas, señala Ruiz Pita, son motivaciones de carácter intrínseco.


El socio de Egon Zehnder explica que existen dos tipos de motivaciones: extrínsecas e intrínsecas. “Las primeras se refieren a los temas de estatus y económicos —aclara—, y son las que tradicionalmente relacionamos con las condiciones laborales”. Sin embargo, y en sus propias palabras, “llegados a unos niveles de remuneración muy elevados, aunque el salario se incremente de forma notable más, tu motivación no crece”.


Es entonces cuando entran en juego los factores intrínsecos. “Son los relacionados con el trabajo que se desarrolla, es decir, los que generan orgullo y satisfacción al superar un reto o cumplir con objetivos difíciles”. Además de definir en qué consisten, Ruiz Pita identifica cuáles suelen ser los más frecuentes: “Realización, reconocimiento, responsabilidad, posibilidades de mejora y crecimiento”. También hace referencia a que rodearse de equipos competentes, eficaces y resolutivos supone numerosas satisfacciones al mismo tiempo que exigencia para el ejecutivo. “Implica que aprenderá de todos los que le rodean, tanto de sus compañeros como de sus superiores y de los colaboradores que tenga a su cargo”, sostiene el socio de Egon Zehnder.


Por último, no hay que olvidar que la motivación afecta a los directivos en un doble sentido. Si por un lado es necesario que realicen su trabajo con agrado y con ansias de superación, por otro, tienen que responsabilizarse de la motivación de sus equipos de trabajo. Para Guillermo Ruiz Pita esta situación, muy característica de los altos mandos, se alza para el directivo como un reto. “Se trata de una motivación que camina en dos direcciones: el ejecutivo tiene que motivar liderar y hacer que sus equipos se integren en el trabajo y al mismo tiempo tendrá la satisfacción e comprobar que sus colaboradores maduran y han crecido y desarrollado con él”.


Sin embargo, no deja de señalar una dificultad: “A veces es un punto flaco ya que no siempre los directivos tienden a rodearse de equipos competentes y competitivos... Requiere generosidad, liderazgo, autoestima y seguridad en sí mismos que no es fácil encontrar”, concluye



sábado, 9 de mayo de 2009

Éxito sin estrés, el paradigma para directivos ocupados


Navegando por internet, encontré este artículo bastante corto y ameno que quisiera compartir con ustedes. Aqui tenemos más para seguir hablando de la principal causa de enfermedades de este siglo XXI ... El ESTRES


Todos sabemos que un poco de tensión es indispensable para rendir más. Pero demasiada es desastrosa para el rendimiento, el ambiente laboral y la salud.


Cualquier directivo corre el riesgo de ser víctima del estrés. Y si, además, se le une un entorno complejo, como el que estamos viviendo, las posibilidades se incrementan aún más.


Todos sabemos que un poco de tensión es indispensable para rendir más. Pero demasiada es desastrosa para el rendimiento, el ambiente laboral y la salud.


Para hacer frente a este problema existen multitud de técnicas, manuales y métodos. Uno de los últimos es la Guía práctica para directivos ocupados, editada por la empresa de Recursos Humanos Unique, que se puede descargar gratuitamente desde su web (http://www.unique.es/).


Entre las recomendaciones que pueden encontrarse en esta guía se encuentran estas:
Evitar el estrés comienza pensando en él de forma resistente, porque la manera de valorar tu situación determina, en gran medida, cuánto estrés experimentas.
De vez en cuando deberías mantener una conversación contigo mismo y comprometerte a no presionarte más. Quizá la primera vez ese compromiso no sea un éxito, pero con el paso del tiempo notarás que experimentas menos estrés cuando, por ejemplo, vuelvas a estar metido en los inevitables atascos de tráfico.
Un factor importante para el éxito en el pensamiento resistente al estrés es pensar de forma positiva.
Paradójicamente, tener control sobre tu vida significa soltar muchas cosas, entre otras, la responsabilidad ilimitada que sientes como director.
Tu tarea como directivo no es mantener todo bajo control, sino definir los riesgos importantes y mantener control sobre las cosas que tienen probabilidades relativamente grandes de ir mal.
Y, como norma general, averigua cuáles son los hechos causantes de los conflictos, resuélvelos lo antes posible y no dejes que jueguen contigo.